La tabla de humedad relativa y temperatura es un recurso fundamental para que las cosechas puedan sobrevivir según sus exigencias. Por esta razón, controlar estos parámetros cuando se trabaja como agricultor profesional es indispensable. En ocasiones, se desconocen las causas por las que los cultivos no salen adelante y, tal vez, en la tabla de humedad relativa y temperatura esté la causa.
Es muy importante que la tabla de humedad relativa y temperatura recoja estos dos parámetros. Lo más habitual es encontrar por una parte la tabla con respecto a la humedad y, por otra, la tabla con relación a la temperatura. Sin embargo, tanto la una como la otra conviene tenerlas en cuenta porque su impacto es relevante.
Ayuda a reducir las pérdidas tras la cosecha
La tabla de humedad relativa y temperatura contribuye a minimizar las posibilidades de pérdida que se puedan producir después de la cosecha. Una temperatura demasiado elevada producto de esta época del año en la que nos encontramos puede afectar a las cosechas de grano, por ejemplo, si no se tiene una gestión de riego idónea para que la tierra esté hidratada y en buen estado para su continuidad.
Con todo, la humedad es un factor también clave. Un exceso puede disminuir la absorción de nutrientes y afectar al crecimiento de los cultivos. En el caso mencionado, el del grano, podemos concentrarnos en el trigo cuyo grado de humedad óptimo sería de un 14%. Ambos parámetros de la tabla de humedad relativa y temperatura ayudarán a prevenir, asimismo, la aparición de hongos.
Permite un mejor desarrollo de los cultivos con la tabla de humedad relativa y temperatura
La tabla de humedad relativa y temperatura puede adaptarse, también, a aquellos cultivos que se encuentran en un invernadero. Por norma general, la temperatura debe estar entre 18 y 25ºC. Una sandía expuesta a 33 grados no podrá cumplir con las expectativas que tenga un agricultor, ya que tarde o temprano, al no haberle puesto remedio a esto, la sandía terminará deteriorándose.
Pero, habrá que tener mucho cuidado con bajar la humedad de un cultivo de manera brusca. Si esto ocurre, la humedad puede alcanzar un porcentaje de hasta un 100%, lo que también tendrá una repercusión negativa. Una situación crítica que puede favorecer la aparición de moho o de hongos, algo que ya hemos mencionado.
La tecnología puede ayudar al control de la humedad y temperatura
La tecnología se ha instalado en la agricultura moderna para mejorar el control y la gestión de parámetros como estos. A veces, puede ser complicado adelantarse a determinados cambios que se pueden producir en el clima y algunas maneras de poder hacer esto es apoyarse en sensores de clima, por ejemplo. En PRISMAB tenemos algunos que permiten comprobar la humectación de las hojas.
Igualmente, contamos con otros sensores que ayudan a saber en todo momento esa humedad relativa y temperatura que tan importante es. De esta forma, a pesar de tener en cuenta la tabla de humedad relativa y temperatura específica para cada tipo de cultivo, este tipo de sensores hacen que el control sea mucho más sencillo.
Las condiciones climáticas son importantes en las cosechas
Si hay algo a lo que los agricultores deben prestar siempre una cuidada atención es a las condiciones climáticas. Estas son fundamentales para las cosechas y poder adelantarse a una subida o bajada de las temperaturas, así como un incremento de la humedad, es fundamental para tomar medidas que impidan que la inversión realizada se eche a perder por un control deficiente de todo esto.
Con la tecnología de PRISMAB esto será mucho más fácil, ya que los sensores mantendrán durante las 24 horas los 7 días de la semana un exhaustivo control para que sepas cuáles son los datos en todo momento con respecto a la tabla de humedad relativa y temperatura. Así, vas a poder tomar mejores decisiones.