Es bien sabido que existe una amplia variedad de factores que influyen la productividad de un terreno en términos agrícolas. Uno de ellos es el pH de la tierra, que interviene en algo tan importante como la disponibilidad y absorción de los nutrientes de parte de las plantas. Conocerlo es imprescindible dentro de cualquier proyecto ya que puede determinar el tipo de cultivos y el éxito de su cosecha.
Prismab ha enfatizado en el análisis del suelo como un paso primordial antes de proceder con su preparación y posterior siembra. Y no es para menos considerando que algo tan simple como la alteración del pH de la tierra puede afectar gravemente su productividad. Consciente de esta necesidad, la empresa considera necesario explicar cómo se puede determinar y la importancia de hacerlo.
¿Por qué es importante conocer el pH de la tierra para la actividad agrícola?
El pH es una medida de la acidez o basicidad de una disolución acuosa basada en la concentración de iones de hidrógeno. Esta es una definición bastante técnica y probablemente difícil de aplicar en el análisis del suelo y el resultado del pH de la tierra. Aun así, conocerla es indispensable para comprender su importancia para los proyectos agrícolas a realizarse en determinado terreno.
Para empezar, el pH de la tierra influye de forma directa en la forma en que absorben los nutrientes las plantas. Además, su valor definirá la dinámica química en el suelo; es decir, la interacción de las sustancias que lo componen y concretamente los procesos químicos de los que es escenario. Incluso los microorganismos que hacen vida en este dependerán de su pH; y estos también influyen en la prosperidad de las plantas.
¿Cuál es el pH ideal para la tierra?
En general, el pH de la tierra más óptimo es neutral; lo quiere decir que, según la escala establecida, su valor debe estar entre 6,5 y 7,0. Este es el rango en el que los nutrientes son más fáciles de asimilar para la mayoría de las plantas, salvo algunas excepciones. Cuando se obtiene este valor, aumentan las probabilidades de lograr un mejor rendimiento del suelo y una cosecha más productiva.
Es importante destacar que el pH de la tierra no suele ser constante; en cambio, puede cambiar a lo largo del año en función de varios factores. Entre ellos, el clima, el tipo de suelo, la calidad del agua de riego, la calidad del fertilizante y las especies plantadas. Por esta razón, mantener el monitoreo y los análisis del suelo es indispensable para lograr buenas cosechas.
El pH de la tierra puede variar en función de diferentes factores
A pesar de ello, como mencionamos, hay plantas que prosperan mejor cuando el pH de la tierra es ácido; este es el caso de los árboles, cuyos suelos suelen tener valor de pH bajos. Sin embargo, es bien sabido que la acidificación de los suelos es un grave problema para la mayoría de los cultivos; lamentablemente, en los últimos años se ha exacerbado debido al cambio climático.
Asimismo, hay suelos alcalinos que son más agradables para otras formas, como las gramíneas, los árboles y los arbustos. Dos buenos ejemplos son las acacias y los nogales. Sea cual sea el caso, lo cierto es que incluso los cultivos mismos pueden influir en el ph de la tierra. Por ende, es un factor a tomar en cuenta a la hora de escoger las especies a plantar.
¿Cómo determinar el pH del suelo?
Existen varios métodos para determinar el pH de suelo. Todos los métodos miden la acidez activa, es decir, los iones de hidrógeno en la solución del suelo. Sin embargo, cada método proporcionará resultados diferentes para la misma muestra de suelo. Por lo tanto, para interpretar correctamente los resultados, es importante comprender la diferencia entre los métodos.
Los métodos basados en extracción de agua:
• pH del extracto de la pasta saturada
• pH de extracto 1: 2 (1 parte de suelo, 2 partes de agua)
• pH de extracto 1: 5 (1 parte de suelo, 5 partes de agua)
Cuanta más agua se use para la extracción, mayor será el pH medido, ya que la adición de agua diluye los iones de hidrógeno en el extracto.
En los métodos que utilizan solo agua para la extracción, los iones de hidrógeno que están adsorbidos a las superficies de las partículas del suelo permanecen adsorbidos y no se liberan en la solución.
Los métodos que utilizan agente químico para la extracción:
Para obtener un resultado que represente mejor las condiciones de campo, se usa comúnmente una solución diluida de cloruro de potasio (KCl 1,0 M) o cloruro de calcio (CaCl2 0,01 M). La concentración de sal en las soluciones pretende representar la concentración de sal en la solución del suelo. El potasio o el calcio en las soluciones de extracción reemplazan algunos de los iones de hidrógeno adsorbidos a las partículas del suelo y, por lo tanto, el pH medido con estos métodos suele estar más cerca del pH real
del suelo.
Las lecturas de pH medido en KCl o CaCl2 son de 0,5 a 1,5 unidades más bajas que el pH medido en agua, debido a la mayor concentración de iones de hidrógeno en la solución extraída.
Sensores de pH en suelo:
Los sensores de pH en suelo son el único modo que existe a día de hoy de medir el pH en continuo en el suelo. Al igual que los anteriores métodos, miden la acidez activa, por lo que la medición puede verse afectada en función de la presencia de agua en el suelo.