La agricultura sostenible es un elemento que se ha vuelto muy importante en los últimos años. A medida que la población crece y se necesitan de más recursos, es necesario optimizar los procesos para asegurar que se puede producir más sin dañar nuestros recursos naturales y reduciendo el daño ambiental. En este contexto, la tecnología ha jugado un papel importante en lograr dichos objetivos.
A través de la proporción de herramientas únicas e innovadoras, se ha logrado mejorar la producción y la eficiencia en el sector agrícola. A continuación, te explicamos cuáles son algunas de las herramientas que se han implementado y cuál es el funcionamiento de cada una dentro de un ecosistema de empresa agrícola.
La agricultura de precisión, la base de la agricultura sostenible
El primer paso dentro de la agricultura sostenible ha sido lo que se denomina como agricultura de precisión. Se trata de un sistema que utiliza diferentes herramientas como los sensores ambientales y de humedad de suelo, datos meteorológicos y más. Con ellos, se logra ajustar de manera automática el riego de los cultivos, asegurando que se cumple con las necesidades específicas de cada parcela y producto agrícola.
Por ejemplo, brinda mayor precisión a la hora de aplicar fertilizantes, pesticidas y también reducir el desperdicio de los productos químicos. Asimismo, los sensores juegan un papel muy importante en el ahorro de recursos tan cruciales como el agua. Se encargan de verificar que los niveles de humedad son adecuados y proporcionando un riego acorde.
También existen los pluviómetros, que tienen la capacidad de cuantificar la lluvia dentro de las necesidades de las plantas y de los cultivos. Esto ayuda a ahorrar mucho más en el consumo hídrico, ya que mantienen una gestión constante de la demanda de recursos, incluso dentro de situaciones que no son tan regulables como la lluvia.
Sistemas de riego inteligentes, de los más utilizados en la agricultura sostenible
Los sistemas de riego inteligentes son de las tecnologías más comunes que encontrarás en un sistema agrícola. Se complementan con la agricultura de precisión, usando los datos proporcionados para automatizar los horarios e intensidad de los sistemas de riego. Este es un aspecto que sin duda alguna mejora la sostenibilidad del sector, ya que evita el riego excesivo.
Asimismo, brinda beneficios a los productos al evitar la escorrentía de agua y la lixiviación de nutrientes, evitando la contaminación de este recurso.
Los sistemas verticales e hidropónicos
Estos sistemas consisten en métodos de cultivo pensados para maximizar el uso del suelo en la agricultura. Se utilizan las mismas tecnologías que ya hemos mencionado, con la adición de luces LED pensadas para apoyar la fotosíntesis de las plantas sin necesidad de recibir la luz directa del sol. En este sistema los productos de cultivo se posicionan en estanterías apiladas y ambientes controlados. Esto ayuda a gestionar de manera precisa el uso de los recursos.
El cultivo hidropónico, por otro lado, hace el uso de soluciones acuosas que mantienen a las plantas hidratadas de manera eficiente. Esto, además de reducir el uso del suelo, también permite ahorrar mucha agua y elimina la necesidad de productos químicos.
El uso de la robótica en la agricultura sostenible
La automatización de la agricultura ha llegado a tal punto que hoy en día también existen herramientas como robots agrícolas. Se encargan de llevar a cabo varias tareas como la siembra, deshierbe, la cosecha y muchas más. Están programados para operar de manera automatizada e incluso a través de controles.
Estos no solo ayudan a una agricultura más eficiente y precisa, sino que también ayuda a reducir la necesidad de la mano de obra humana, que se puede aprovechar mejor en otras áreas. Aunque aún no es tan ampliamente implementado en empresas más pequeñas, se espera que lo sea en los siguientes años.
Desde hace muchos años, la agricultura se ha considerado como una actividad rural en la que la tecnología aún no ha puesto sus manos. Sin embargo, hoy en día muchas empresas del sector hacen uso de herramientas tecnológicas que no solo mejoran la producción, sino que también brindan numerosos beneficios al planeta y a los trabajadores.
Se espera que se continúen desarrollando soluciones parecidas que se complementen entre sí. La agricultura inteligente es ahora una necesidad y no un lujo, con el fin de mejorar en todo lo posible el impacto ambiental. Además, aquellas empresas que quieran destacar en el sector deben obligatoriamente adoptar estas soluciones, que ya forman parte del sistema de muchas compañías de la competencia.
¿La mejor parte? Todos estos sistemas y soluciones están pensados para tener una durabilidad de años y poder actualizarse de manera constante. Esto quiere decir que las empresas agrícolas pueden disfrutar de un sistema moderno y adaptable, que representa un ahorro de recursos y de dinero en muchos sentidos.
