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La implantación de la agricultura inteligente permite dotar a los cultivos de sistemas tecnológicos eficientes que garanticen su cuidado, desarrollo y prevención frente a plagas o variaciones en el riego o en lo referente a la climatología. De hecho, gracias a su aplicación conseguiremos paliar uno de los problemas más frecuentes del cultivo tradicional; las enfermedades en el tomate.

Desde Prismab ponemos a tu disposición una solución eficiente, inmediata, sencilla y económica para controlar tus cultivos desde cualquier parte con innovadores sensores conectados a un software.

Uno de los principales problemas que encontramos en las enfermedades en tomates es su difícil detección. No resulta sencillo identificar la plaga, y por consiguiente es una tarea complicada aplicar el tratamiento adecuado, especialmente en los primeros instantes de la infección. En muchos casos la solución más sencilla es fumigar de forma descontrolada, pero también provoca un aumento de los costes de producción desproporcionados.

Enfermedades víricas del tomate

Son aquellas que proceden de virus transmitidos por insectos vectores, principalmente trips, moscas blancas y pulgones. Lo aconsejable será tomar muestras que posteriormente se analizarán en laboratorios. ¿Cuáles son las principales enfermedades en tomate víricas?

Peste negra o virus del bronceado (TSWV)

Las hojas presentan dibujos en forma de grabados o arabescos y los frutos círculos concéntricos, en ocasiones con ligero relieve. El crecimiento unilateral es característico y el fruto se colorea de forma poco homogénea.

Virus del mosaico (TMV)

Las hojas y el fruto adquieren manchas cloróticas con forma de mosaico.

Virus del rizado amarillo del tomate o virus de la cuchara (TYLCV)

Las plantas paralizan su crecimiento, reduciéndose el tamaño de las hojas y las distancias entre nudos. El peciolo de la hoja puede aparecer enrollado y en los frutos se detecta una falta de cuajado y un color más pálido.

Virus de la mancha anular del tomate

Las hojas cuentan con patrón de mosaico amarillo, que derivan a manchas necróticas de color amarillo y café, mientras que los troncos y tallos aparecen rayados y con manchas acuosas. Los frutos son de colores verde oscuro y deformes. En la modalidad CMV las plantas se atrofian y los frutos presentan anillos con cavidades anulares que permanecen amarillas al madurar.

Virus Y de la patata (PVY)

Es una de las enfermedades en tomate más inusuales y consiste en la presencia de alteraciones en la coloración de los frutos y en un amarilleo en los foliolos.

Enfermedades bacterianas del tomate

Proceden de hongos que generan una pérdida de rendimiento y calidad en los cultivos, limitando su producción y comercialización por la malformación de los frutos, lo que deriva en graves pérdidas económicas.

Mildiu de la patata

Ataca a la zona aérea de la planta en cualquier etapa de desarrollo, en condiciones de gran humedad (90%). En las hojas aparecen manchas oscuras e irregulares, de aspecto aceitoso, así como un fino polvo blanco. En el tallo encontramos manchas pardas alargadas, símbolo de la marchitez de la planta, y en el fruto manchas pardas.

Oídio

Esta enfermedad del tomate se hace presente con manchas blancas en el haz de la hoja, que se va tornando en amarillenta e incluso envuelta en un polvo blanquecino. Incluso podrían las hojas llegar a secarse y a desprenderse, quemándose los frutos al quedar expuestos al sol. La temperatura de germinación del hongo fluctúa entre 10 ºC y 35 ºC, siendo óptimas temperaturas inferiores a 30 ºC.

Alternariosis

Se aprecia en la podredumbre de los frutos, afectando a las hojas (manchas pardas circulares), al tallo y a los frutos (manchas firmes y hundidas).

Podredumbre

Esta enfermedad del tomate genera manchas pardas en hojas y flores, apreciándose en los frutos una podredumbre blanda y acuosa.

Cladosporiosis

Los primeros síntomas aparecen como manchas que van de verde a amarillentas, figurando masas de conidios de hongos verde olivo en la superficie de la hoja. El fruto acaba cayendo y pudriéndose.

Antracnosis

En este tipo de enfermedad del tomate se aprecian pequeñas lesiones circulares rodeadas de una aureola amarilla en los nervios de las hojas. Surge cuando los frutos están en proceso de maduración, figurando manchas circulares acuosas.

Métodos de prevención

Lo mejor es recurrir a un sistema eficiente de sensores, pero te contamos algunos consejos básicos. Para evitar el ataque del hongo mildiu del tomate lo mejor será disponer de una buena ventilación, que las plantas estén separadas entre sí, y evitar que quede agua estancada entre las hojas de la planta. Por ello es común esta enfermedad del tomate en invernaderos.

Para combatir la alternariosis lo mejor será evitar la humedad ambiental y que el cultivo se mantenga siempre limpio. Por consiguiente, retirar las plantas infectadas será una solución eficaz.

En el caso del oídio, como enfermedad del tomate letal, será importante conservar la higiene, previniendo la presencia de materia orgánica en descomposición o que atraiga a elementos patógenos. Las malas hierbas también deberán ser retiradas.

Son muchas las plagas (araña roja, pulgón, mosca blanca, heliothis, minador o polilla del tomate, etc) que pueden afectar también a nuestras plantaciones y generar enfermedades en el tomate. Lo importante es detectar el problema a tiempo para proponer una solución eficaz y evitar que el problema se extienda al resto de la cosecha.

Sergio Delgado Martorell

Periodista y consultor en marketing con 10 años de experiencia trabajando para empresas del sector agrícola y tecnológico. Aportando contenido y soluciones, tanto informativas como de posicionamiento, para empresas del sector. Apasionado del mundo tecnológico y su aplicación en la mejora de la gestión y la comunicación del sector agrícola

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