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La sostenibilidad es un elemento que se ha vuelto muy importante en muchos sectores de producción, incluyendo el de la agricultura. Es por ello que se han creado varios indicadores que ayuden a las industrias y empresas saber su nivel de consumo y cómo afectan al medioambiente a través de sus actividades. Una de ellas es la huella hídrica, que se usa principalmente en el sector de la agricultura.

Conocer la huella hídrica es crucial no solo para ayudar al planeta. Conocer tu volumen de consumo de agua en los cultivos también puede ayudarte a mejorar el control del agua, lo que se traduce en una reducción en las facturas de este servicio. En este artículo te explicamos en qué consiste, qué aspectos toma en cuenta y algunas técnicas que puedes aplicar para que se reduzca y mejores tu producción.

¿En qué consiste la huella hídrica?

La huella hídrica se define como el volumen total de agua dulce que se usa en la producción de bienes y servicios. Se toman en cuenta ya sea agua usada para el consumo de un individuo o una comunidad, o solo para la producción de una empresa. La huella hídrica es un indicador medioambiental que existe desde el 2002, creado por el profesor Arjen Hoekstra.

Es decir, que lleva un poco más de dos décadas de evolución y desarrollo. Aunque en un principio no era tan crucial, en la actualidad existen muchas iniciativas que están impulsando la importancia de la huella hídrica.

Para calcular la huella hídrica de un producto, existen dos aspectos que se toman en cuenta: el consumo directo y el consumo indirecto durante la producción. El consumo directo es aquel que incluye el agua que se usa o contaminada y el indirecto es el agua necesaria para la producción de las materias primas usadas en el producto.

En la actualidad existen tres tipos de huellas hídricas. Primero está la huella hídrica verde, que se relaciona con el agua de lluvia que se incorpora a un producto. Después está la huella hídrica azul, que es el consumo de agua dulce evaporada. Por último, está la huella hídrica gris, que se relaciona con la calidad del agua y su posible contaminación. El principal uso de estas huellas es para conocer el nivel de sostenibilidad de una empresa.

Por qué es importante la huella hídrica en el sector agrícola

Una de las principales razones por las que la huella hídrica es crucial en una empresa agrícola, es debido a la importancia que le dan los consumidores. Muchos de ellos están dispuestos a pagar más por alimentos producidos a través de un modelo sostenible, que optimiza el uso del agua.

Asimismo, cabe destacar que un mayor uso de agua no necesariamente significa una mayor producción. Tomar en cuenta la huella hídrica te ayudará a establecer un sistema más eficiente, que consume menos agua y que no tendrá ninguna repercusión en tu nivel de producción.

Cómo mejorar tu consumo de agua

Algunas recomendaciones son mejorar el sistema de regadío para que se puedan apoyar en las nuevas tecnologías; las redes de distribución para evitar fugas y pérdidas de agua y maximizar el autoconsumo. Para lograr todo esto, se recomienda la agricultura de precisión, que consiste en implementar sistemas de riego localizados e inteligentes.

En la actualidad existen muchas alternativas y tecnologías que pueden ayudarte a reducir tu huella hídrica. Una de ellas son los sensores para control de agua; te permiten llevar una total gestión de tu consumo. Existen varios tipos, como el contador de pulsos, la conductividad del agua, el nivel de agua almacenado e incluso la presión del agua de riego. Todos estos parámetros te ayudarán a llevar un mejor control del agua que usas en tus cultivos.

Todas estas alternativas son cruciales para crear un sistema moderno e inteligente, que te permite aportar solo la cantidad de agua absolutamente necesaria para cada fase de tu cultivo. Esto se traducirá en una mejor producción, con una mejor calidad y tamaño de la cosecha, sin mencionar el ahorro de recursos.

Otros aspectos importantes que debes tomar en cuenta son el control climático en el cultivo; un elemento que te permitirá estabilizar y adaptar las necesidades hídricas de tus plantas dependiendo de factores como el clima. Esto puedes hacerlo incluso de manera automática, lo cual te evitará una gran cantidad de estrés en tu producción.

Sergio Delgado Martorell

Periodista y consultor en marketing con 10 años de experiencia trabajando para empresas del sector agrícola y tecnológico. Aportando contenido y soluciones, tanto informativas como de posicionamiento, para empresas del sector. Apasionado del mundo tecnológico y su aplicación en la mejora de la gestión y la comunicación del sector agrícola

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