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Internet of Things (IoT) es un concepto que emerge del Big Data para conectar a internet sensores o robots que permitan procesar la información y controlarla a distancia.

La aplicación del IoT a la agricultura supone un cambio en la manera de trabajar en los cultivos, con el objetivo de automatizar procesos, optimizar recursos, reducir gastos, aumentar rentabilidad y producción.

Los sensores más importantes que un agricultor debe conocer

  • Sensores volumétricos de suelo. Le permite conocer la cantidad exacta de agua disponible en el suelo, algunos además permiten medir la salinidad del suelo y temperatura. El uso de estos sensores suele traducirse en un ahorro del 40% del consumo de agua y mejorar producción.
  • Contadores de pulsos. Permite digitalizar los contadores de agua para monitorizar el consumo de agua y realizar balances hídricos en una parcela.
  • Sensores de clima o sensores ambientales. Le permite conocer cuál es la evapotranspiración que está experimentando la planta o la temperatura a partir aparecen las primeras gotas de rocío.
  • Sensores de humectación de hoja. Permite determinar cuán húmedo y durante cuánto tiempo está el cultivo para determinar si se abren ventanas de peligro como plagas o enfermedades.
  • Sensores de radiación difusa y directa. Permiten determinar con mucha precisión la evapotranspiración de la planta.
  • Transductores. Permiten digitalizar los valores de presión de los tensiómetros. También existen tensiómetros digitales.

Junto con los cuadernos de campo, se trata de la tecnología de más fácil adopción para el agricultor y una de las más rentables actualmente. La implementación de esta tecnología en el sector agrícola no es algo nuevo, ya desde finales de los 90 algunas empresas se han iniciado con estas prácticas y han obtenido ventajas. La agricultura de precisión proporciona información específica y concreta para la mejora de toma de decisiones a partir de los datos recopilados.

Estos datos se suelen visualizar por medio de appss o programas de gestión, de distinta forma dependiendo del sensor, pero predominando las gráficas junto con otros sistemas de procesamiento de la información.

¿Cuándo debo de utilizar sensores para la agricultura?

Los beneficios de la aplicación del IoT en agricultura son muchos y muy diversos:

  • Permite a los agricultores dedicar más tiempo al estudio y mejora de los cultivos y reducir el que pasan sobre el propio terreno.
  • Monitoriza de forma sencilla y en tiempo real el estado de los cultivos.
  • Automatiza el trabajo en áreas rurales. Hay que tener en cuenta que en el año 2050 casi un 70% de la población mundial vivirá en ciudades.
  • Recoge y analiza datos que permiten aumentar la eficacia en la toma de decisiones.
  • Mejora el aprovechamiento de los recursos, por ejemplo abonos, fertilizantes o recursos hídricos.
  • Reduce las emisiones contaminantes.
  • Aumenta la seguridad de los procesos, evitando tareas arduas o peligrosas para los agricultores.
  • Permite la aplicación de mecanismos para el control de plagas.
  • Facilita la identificación anticipada de posibles riesgos para los cultivos, p.e. los relacionados con las inclemencias meteorológicas.
  • Mejora la logística. Alrededor del 20% de los alimentos producidos se pierden por deficiencias en la cadena de suministro que derivan en problemas en el transporte y suministro de mercancías.
  • Aumenta la producción y la rentabilidad de los terrenos.

Desventajas:

Algunos instrumentos como los sensores de suelo toman mediciones muy locales. En algunos casos, los precios de los instrumentos y los costes de mantenimiento y telecomunicación hacen que las soluciones no se puedan escalar todo lo que un agricultor necesita haciendo que con cada nuevo punto de medición aumenten los costos de adquisición y los fijos

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