El nitrógeno es uno de los elementos fundamentales para que las plantas puedan crecer saludables y fuertes. Sin embargo, en ocasiones puede ocurrir que haya una falta de nitrógeno en las plantas que pueden poner en riesgo su supervivencia con la consecuente afectación a los propios frutos. Para evitar que esto ocurra, es fundamental saber cómo afrontar esto y combatirlo eficazmente.
Pero, algo que debemos apuntar antes es que la falta de nitrógeno en las plantas afecta a su crecimiento. Esto se debe a que este elemento es un componente clave de la clorofila que es fundamental para que las plantas puedan realizar la fotosíntesis. Cuando hay un déficit de nitrógeno, el proceso puede verse afectado repercutiendo en la salud de las plantas y en la posterior cosecha.
Cómo detectar la falta de nitrógeno en las plantas
La presencia de hojas amarillas es una señal de alarma que puede avisar de que hay falta de nitrógeno en las plantas. Si no se resuelve a tiempo, la situación puede empeorar. Las hojas empezarán a curvarse y a caerse. Acompañado de esto empieza a ralentizarse el crecimiento de las plantas y, por ello, el desarrollo de sus frutos también se paraliza. Es una situación que hay que atajar cuanto antes.
Apoyarse en la tecnología es una manera de prevenir la falta de nitrógeno en las plantas, ya que los sensores que tenemos en PRISMAB ayudan a detectar en todo momento si los niveles son óptimos. De esta forma, se pueden tomar medidas con el tiempo suficiente, pues a veces las hojas amarillas afectan a las hojas más bajas que pueden pasar desapercibidas. Con los sensores todo estará bajo control.
Usar un fertilizante rico en nitrógeno
Cuando la falta de nitrógeno en las plantas es evidente, la mejor forma de ponerle solución a esto es usando un fertilizante rico en nitrógeno. Esto ayudará a mejorar la calidad del suelo y la absorción de este elemento por las plantas que se hayan visto afectadas. Conviene tener paciencia con este método, pues tardará algunos días en hacer efecto. Cuando así sea, las plantas volverán a su color verde.
¿Qué sucede con los cultivos hidropónicos? Estos no necesitan tierra para poder desarrollarse. Para ellos, una solución de nitrógeno líquida es la mejor forma de resolver esa falta de nitrógeno en las plantas. Lo mejor de este tipo de cultivos es que se recuperan de manera más rápida. No obstante, en ambas situaciones conviene no pasarse para no provocar el efecto contrario, un exceso de nitrógeno.
La tecnología ayuda a medir las cantidades adecuadas
Los sensores de PRISMAB permitirán realizar las comprobaciones oportunas para saber si la falta de nitrógeno en las plantas está ya resuelta y se puede prescindir de continuar aplicando abono. De esta manera, se evitará aportarle un exceso de nitrógeno a las plantas. Esto también puede tener su parte negativa. Un exceso puede provocar que las hojas tengan un color verde oscuro y que los frutos sepan a verde.
La verdad es que los agricultores profesionales ya encuentran en la tecnología la clave para evitar que la falta de nitrógeno en las plantas, entre otras situaciones, terminen afectando a una cosecha sobre la que se tenía excelentes expectativas. Es fácil que haya un desequilibrio de estas características si el control no es exhaustivo y la tecnología no está presente. Por eso, en PRISMAB ayudamos a cambiar esto.
La falta de nitrógeno en las plantas puede hacer que todo el trabajo realizado durante meses se venga abajo. Esto puede resultar desmoralizante, pero afortunadamente siempre hay solución. En cuanto las hojas se pongan amarillas hay que tomar medidas para resolver el problema. En pocos días, todo volverá a la normalidad.