Cuando hablamos de los tomates de secano nos estamos refiriendo a cosechas en las que el riego no es una prioridad, aunque sí mantenerlas con un mínimo de agua. Para esto, conviene tener en consideración algunas claves para el cultivo de estas hortalizas. Hoy en PRISMAB vamos a descubrir algunos consejos para que los tomates de secano se puedan cosechar de la mejor manera y con una tasa de éxito alta.
Pero ¿cuáles son las ventajas de apostar por los cultivos de secano? La primera es el ahorro de agua y la segunda la reducción del impacto que estos pueden tener en el terreno. Como ya sabemos, tras varios cultivos, el suelo puede verse afectado y es importante cuidarlo para mantenerlo sano en todo momento. Asimismo, la inversión en tecnología es menor, aunque debe estar presente para una mejor gestión.
Empecemos por el principio, ¿cuándo es mejor cultivar?
El mejor momento para cultivar los tomates de secano es a finales de la primavera. Se trata de una estación del año en la que todavía hay periodos de lluvia, por tanto, la tierra está correctamente hidratada y las capas más internas mantendrán esa humedad indispensable para este tipo de cosecha. Por lo tanto, esta es la mejor época para cultivar los tomates de secano, ya que si le falta humedad al terreno esto les afectará.
Sin embargo, quizás haya que adelantar un poco más este cultivo de los tomates de secano. La razón está en que, cada año, el verano parece que se adelanta y el calor antes de tiempo trae sequías que pueden afectar a ese tipo de humedad. Por lo tanto, conviene estar atentos para no esperar a finales de primavera si tenemos en mente plantar tomates de secano. Es mejor prevenir para que la cosecha tenga éxito.
Preparar bien el terreno es importante
Otro consejo para cultivar tomates de secano es preparar muy bien el terreno. Este conviene que pueda retener la humedad. Algunos ejemplos son los suelos limosos o arcillosos. Se caracterizan porque no necesitan ser regados con frecuencia, por lo que este tipo de cosecha necesita de suelos así. Además, si se puede proveer de un determinado acolchado en su superficie que asegure esa humedad también.
Relacionado con esto, es importante considerar la calidad del suelo antes de cultivar los tomates de secano. Puede que el suelo sea limoso o arcilloso, pero que esté desgastado y en malas condiciones. Cuando esto ocurre es fundamental prepararlo bien antes de empezar con el cultivo. Remover la tierra, abonarla adecuadamente y sanearla permitirá que los tomates de secano salgan adelante.
Sensores de suelo y control del agua, indispensables
En PRISMAB podemos ayudar a que los tomates de secano se cultiven en las mejores condiciones posibles. Para ello, nuestros sensores de suelo y control del agua permiten que los agricultores sepan la calidad del terreno, si le faltan nutrientes y si la humedad es la idónea. De esta forma, las decisiones que se tomen serán mucho mejores para garantizar que los tomates tengan unos buenos resultados.
La tecnología y la agricultura están, cada vez, más cerca y es que la ayuda en la gestión y control de los cultivos que ofrece es importante. En ocasiones, resulta complicado saber en todo momento lo que está ocurriendo bajo tierra y es por esto por lo que los sensores de PRISMAB ofrecen un recurso muy valioso que no se debe pasar por alto. Muchos agricultores profesionales ya los están utilizando.
Los tomates de secano cuentan con la ventaja de que son autosuficientes si se cumplen los consejos mencionados. Puede que llegues a olvidarte de ellos sin que esto afecte a la cosecha negativamente. Por lo tanto, recuerda cultivarlos a finales de primavera y de apoyarte en la tecnología para que los resultados sean los esperados.
