Una de las plagas más frecuentes es la del pulgón en la lechuga. Aunque puede aparecer en las estaciones frías, es más habitual en primavera, que este año empieza el 20 de marzo. Identificarla con el suficiente tiempo es crucial para evitar que una gran parte de la cosecha se vea afectada y se termine echando a perder. Pues, aunque suele evolucionar progresivamente, en ocasiones esto ocurre muy rápido.
¿Qué es el pulgón en la lechuga?
Los pulgones son pequeños insectos que se adhieren a las hojas de la lechuga y succionan toda su savia. Lo que sucede, entonces, es que deja de recibir los nutrientes que le permiten crecer y desarrollarse adecuadamente, provocando que, poco a poco, vaya deformándose y marchitándose hasta finalmente morir. Sin embargo, el pulgón en la lechuga también puede generar otro tipo de problemas.
Por ejemplo, debido a que la debilitan, las lechugas pueden ser más propensas a sufrir otras enfermedades como hongos o bacterias. Esto significa que tu cosecha puede acabar viéndose perjudicada no solo por el pulgón, sino por otro tipo de afecciones derivadas de que no se encuentra lo suficientemente fuerte para resistirlas.
Asimismo, el pulgón en la lechuga puede trasmitir, en ocasiones, un virus concreto: el CMV o cucumber mosaic virus. Este produce un deterioro acusado en las plantas de lechuga que terminan adquiriendo un aspecto muy característico con partes abullonadas en sus hojas deformándolas por completo.
Recomendaciones para combatir el pulgón en la lechuga
Las consecuencias que tienen los pulgones para este tipo de plantaciones pueden generar pérdidas económicas importantes. Por esta razón, es crucial saber algunas formas de combatirla cuando aparece y, también, de prevenirla. Aunque no siempre todos los métodos empleados darán buenos resultados, es relevante actuar para evitar que el pulgón en la lechuga aparezca ahora que se acerca la primavera.
Eliminar las malas hierbas
Uno de los consejos para combatir el pulgón en la lechuga es eliminar todas las malas hierbas que puedan aparecer. El motivo es que estas suelen constituir un refugio para estos insectos, provocando que todos tus esfuerzos por deshacerte de las lechugas que estén en mal estado sean infructíferos.
Un consejo que puede serte de utilidad es que sustituyas las malas hierbas por plantas aromáticas. La ortiga o la menta son algunas que suelen espantar al pulgón en la lechuga, por lo que si lo haces en el momento del cultivo podrás prevenir que estos insectos vean en tu plantación un buffet libre.
Evitar un exceso de abono
Otra de las recomendaciones para prevenir el pulgón en la lechuga es evitar abonar en exceso la tierra. Esto puede favorecer a que estos insectos se acerquen a tu plantación y sabemos que, a veces, es difícil estar seguro de si está recibiendo todos los nutrientes que le hacen falta. Por eso, el uso de la tecnología es fundamental.
En Prismab ponemos a disposición de todas las personas que se dedican a la agricultura algunas herramientas como los sensores de suelo. Concretamente, el NPK te permite saber el estado de los macronutrientes del terreno para que sepas cuándo tienes que abonar y cuándo no debes hacerlo. Te ahorrará muchas preocupaciones.
Cuidar del riego
Otro de los factores que pueden influir en la presencia del pulgón en la lechuga es el riego. En todas las plantaciones, es crucial mantener un alto control de este elemento, no solo para prevenir plagas, sino para que a tu cosecha no le falte nada. En este caso, hay que evitar que quede encharcada y en Prismab también te ayudamos.
Nuestros sensores para el control del agua te ayudan a medir el nivel, el pH, la conductividad e incluso la presión. Todos estos parámetros es natural que se escapen de tu control y es que sin la ayuda de la tecnología difícilmente puedes conocerlos. Por lo tanto, evita excederte o quedarte corto con el agua usando estos recursos.
¿Alguna vez has tenido que lidiar con el pulgón en la lechuga? Nunca es agradable descubrir una plaga, pero lo esencial es aprender cómo prevenirla. En el caso de que la situación se te esté yendo de las manos, los productos fitosanitarios pueden ponerles fin a los pulgones. Pero, es muy importante que los detectes con el suficiente tiempo para minimizar los daños, lo máximo que te sea posible.
