En un sector cada vez más competitivo, el de la agricultura, es más importante que nunca saber gestionar los recursos con precisión, incluidos los fertilizantes. El óptimo abono de frutas de pepita o hueso solo y exclusivamente con los nutrientes que el cultivo requiera, en los momentos oportunos para ello, y teniendo muy presentes las necesidades de la tierra y la plantación es clave para poder trazar un productivo plan para el abonado de tus hectáreas.
El cultivo de frutales de pepita así como el de frutas con hueso necesitan de complementos nutricionales de la máxima calidad para su potencial crecimiento y desarrollo, teniendo evidentemente en cuenta que cada árbol, cada planta y cada tipo de fruta necesitan de cantidades diferentes y precisas para su nutrición: la falta o exceso de alguno de ellos podría producir consecuencias irreversibles en la cosecha final.
Indicadores con los que conocer la cantidad de nutrientes a aplicar
Hay muchos, pero estos son los más importantes. Analizándolos detenidamente, podrás averiguar cuáles son los que faltan y en qué cantidades suministrarlos a cada una de tus plantas frutales:
El grado de fertilidad del suelo, la eficacia del fertilizante que utilices, cómo se relacionan entre sí los nutrientes y con la planta, o medir la extracción exacta de nutrientes que hace el cultivo en cada etapa del ciclo son los parámetros más importantes a tener en cuenta antes de seleccionar el mejor fertilizante para abonar tus frutales de pepita o hueso.
Contrata profesionales para la gestión de la nutrición vegetal
Esta rama dentro de la agricultura y su contexto empresarial es muy reciente. Se podría decir que también forma parte, de alguna manera, de la agricultura de precisión. Pues bien, si quieres llegar donde otros no llegan y tener una foto fija de tu suelo y la nutrición que aporta a tus frutales de pepita o hueso, contrata a un profesional experto en la materia para que analice otros importantes ratios como estos:
Utilización de insecticidas u otros fitosanitarios, tipo de suelo según el Ph, orientación de la parcela, riego, poda, nivel de densidad de la cosecha o el ratio sobre el equilibrio y proporción entre el tamaño y el peso del fruta conforme la carga del árbol. Dan mucha más información de lo parece.
Los fertilizantes
Esta es la acción central que, bien combinada con las pautas anteriores, conseguirá optimizar el rendimiento de la plantación de frutales con pepita o hueso. Los nutrientes más comunes que aportan son el potasio, el fósforo y el nitrógeno, y estas son sus más importantes funciones:
Fósforo
Imprescindible para potenciar un crecimiento rápido y temprano y optimizar el enraizamiento, la evolución foliar, la floración, el cuajado y, en términos generales, el rendimiento de los frutales de pepita o hueso en todo su ciclo de producción.
Nitrógeno y potasio
Estos nutrientes suministrados de forma artificial se usan habitualmente porque ayudan al engorde de las plantas y, por consiguiente, potencian también el aumento del tamaño del fruto. Pero, además, optimizan el cuajado de los frutos y ayudan a la estimulación de los brotes.
Calcio
Importante para los seres humanos y animales, pero también para el reino vegetal. Suministrar calcio a través de fitosanitarios de calidad a tus frutales de pepita o hueso es primordial para configurar el mejor desarrollo saludable de la masa foliar, compuesta por este imprescindible trío de elementos: manganeso, hierro y magnesio.
La masa foliar es tan importante porque, al estar compuesta por estos efectivos nutrientes, ayuda en buena medida a que se produzca una eficaz fotosíntesis y refuerza el cuajado y retención de frutas en el árbol en cuestión.
¿Cuántas veces abonar los frutales de pepita o hueso?
Tres veces solamente: para la preparación de la tierra antes de la plantación de los frutales con pepita o hueso que realices, otra vez durante el mantenimiento de la cosecha, y la última solo para la polinización, cuaje y óptimo crecimiento del fruto.
Consejo final: usa sensores
Si actualmente cuentas con pocos trabajadores o no te puedes permitir pagar a una nutricionista vegetal, instala sensores con lo que conocer cuánto fertilizante aplicar en tus cultivos. No tendrás qué calcularlo, solo administrarlo.