El riego localizado es un sistema que hace llegar el agua a una zona muy determinada del suelo de un cultivo. Esto se consigue usando tuberías sobre la superficie o bajo el suelo y emisores que hacen salir el agua en puntos concretos. El objetivo es conseguir concentrar el riego en las regiones del suelo más cercanas a las raíces del agua.
La idea es usar una cantidad de agua más pequeña buscando más eficiencia. El riego localizado así consigue evitar el desperdicio y llevar el agua justo al lugar donde la planta realmente lo necesita. A pesar de que inicialmente puede requerir una instalación más costosa este sistema trae consigo muchas ventajas.
Uno de los modos más conocidos es el riego por goteo. En este sistema se destaca por la proximidad a la planta del punto por donde sale el agua. También se puede usar con sistemas de microaspersión o microdifusión. Otra opción son tuberías emisoras que son colocadas a lo largo del terreno.
Veamos todos los beneficios que trae consigo el riego localizado.
Se produce un notable ahorro del agua
Esto además de tener efectos positivos para el medio ambiente también supone una disminución de los costes. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se puede reducir entre un 40% y un 60% el gasto del agua con respecto a otros sistemas de riegos. Esto hace que realmente sea interesante invertir en una instalación de riego localizado. Además, existen goteros que permiten mantener la presión uniformemente a lo largo de la manguera de riego y realizar un riego uniforme, son los llamados goteros autocompensantes.
Aumenta la calidad de los cultivos
Esto se debe a que la planta siempre tendrá el agua que necesita cuando la necesita. Se asegura la llegada de agua necesaria lo que favorece el desarrollo y el crecimiento. Esto también permite aumentar la productividad.
Evita la excesiva humedad
Como el agua sólo llega a puntos determinados del suelo del cultivo, los niveles de humedad del suelo están perfectamente controlados. Con esto se evita problemas como la proliferación de malas hierbas. Hay que tener en cuenta que el exceso de agua en la tierra dificulta la absorción de nutrientes e impide el correcto crecimiento de las plantas.
Permite el uso de fitosanitarios y abonos
Esto también es aplicable a otros sistemas, pero en el caso del riego localizado es especialmente uso. Como se usa una cantidad menor de agua también se reduce la cantidad de estos productos para cuidar el uso de las plantas. Es decir, se consigue también ahorro sin disminuir la calidad del cuidado en los cultivos. Los abonos y fitosanitarias se aplican justo en los puntos del terreno que son claves.
Es compatible con los sistemas de automatización
De esta manera se consigue asegurar el riego cada vez que sea necesario. El riego localizado se puede programar en el tiempo o según las necesidades particulares que se pueden dar en el terreno. Para eso se pueden usar sensores que ayudan a recoger información sobre el estado de los cultivos.
Se puede instalar en todo tipo de terrenos
Otra de las ventajas del riego localizado es que se puede adaptar a todo tipo de relieve. Es perfecto para superficies planas o para lugares o con orografías más complicadas. Es un sistema con gran versatilidad que se puede usar en multitud de ubicaciones. Sobre todo, es recomendable para terrenos más áridos donde el agua es más escasa.
Es perfecto para una gran variedad de cultivos
Se puede usar con casi todas las plantas. Dependiendo de como se realice su desarrollo radicular que se puede optar por distintas formas de realizar el riego localizado. Si se aumenta la cantidad de caudal se conseguirá una zona húmeda más horizontal. Si se hace que el tiempo de riego sea mayor entonces se conseguirá que el agua se extienda en el suelo de forma vertical. Esto también dependerá del tipo de suelo.
Permite el uso de agua con cierta salinidad
Siempre que el cultivo lo permite se puede usar este tipo de agua con el riego localizado. Esto se debe a que la mayoría de las sales se concentran en la periferia de la zona humedecida y la raíz se encuentra en el centro.
Ahorra mano de obra
El sistema de riego localizado ayuda a que muchas tareas se realicen de manera automática y también favorece que el cultivo se desarrolle sin problemas. Es decir. Ya no serán necesarios realizar ciertos cuidados (como quitar las malas hierbas, por ejemplo). Permite una mejor distribución de los recursos consiguiendo aumentar los beneficios del cultivo.
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