Skip to main content

Al igual que los seres humanos, las plantas también necesitan nutrientes para crecer y sobrevivir. Y, uno de ellos es el hierro, cuya función es transportar elementos a través de su sistema sanguíneo. Sin embargo, muchas veces los suelos no cuentan con los minerales necesarios para favorecer el crecimiento del cultivo. Por lo cual se hace necesario recurrir a compuestos químicos como el sequestrene.

Ahora bien, ¿qué es el sequestrene? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se utiliza? Si estas buscando algún compuesto químico que promueva el desarrollo de tu cultivo, probablemente estas sean algunas de tus preguntas. En PRISMAB queremos que tus plantas crezcan sanas y, por supuesto, que tu cosecha sea un éxito. Por eso, en este artículo aclararemos todas estas dudas.

¿Qué es el sequestrene?

El sequestrene es un quelato de hierro usado como corrector de la clorosis férrica. Por lo tanto, se utiliza para suplir la carencia de hierro en las plantas. Se trata de una insuficiencia de minerales que afecta la síntesis de clorofila, el verdor de las plantas y la absorción de oxígeno. En efecto, se manifiesta en un tono amarillento y opaco. Por eso, cuando las plantas se enferman este estado es evidente. Lo has notado, ¿cierto?

Así pues, el sequestrene es la solución a esta falta de minerales. Además, se caracteriza por presentar una elevada concentración de hierro quelado y hierro asimilable. En conjunto, estos compuestos facilitan el transporte y la absorción de este mineral. Y, se presenta en forma de gránulo fino, por lo cual es muy fácil de disolver en agua, aun si producir polvo.

¿Cómo se aplica el sequestrene sobre el cultivo?

En primer lugar, el sequestrene puede emplearse en todo tipo de cultivos. Así que no hay impedimento para que lo adquieras. Ahora, ¿cómo se aplica este compuesto sobre el cultivo? Una vez disuelto en agua, se aplica directamente sobre el suelo o por vía foliar, es decir sobre las hojas de las plantas. Ambos métodos son válidos, pues las plantas absorben nutrientes a través de sus raíces y hojas. 

¿Cuál es la dosis recomendada?

En árboles recién plantados, se recomienda utilizar de 5 a 15 gramos de sequestrene por pie. Ahora, cuando el cultivo ha entrado en la etapa de producción, la dosis cambia de 15 a 25 gramos por pie. En plena producción pasa de 30 a 50 gramos por pie. Y, ¿cuándo las plantas tienen un tamaño promedio? Entonces, la medida recomendada es de 30 a 50 gramos. 

Por otro lado, en la horticultura ornamental, es decir en frutales y hortalizas, se utiliza generalmente una proporción de 1 a 5 gramos por metro cuadrado. Aunque, en viveros se puede reducir a un máximo de 3 gramos por pie. Así como aumentar de 3 a 5 gramos por metro cuadrado de superficie. Por el contrario, cuando se usa la vía foliar, la dosis máxima es de 100 gramos por cada 100 litros de agua.

Si bien estas son las dosis que generalmente se utilizan en los cultivos, algunas veces varían de acuerdo a las condiciones del suelo. Por ejemplo, en suelos alcalinos y cultivos sensibles se recomienda utilizar dosis altas de sequestrene. Básicamente, porque el terreno demanda mayor cantidad de minerales. Lo que significa que antes de comprar este quelato de hierro debes conocer las condiciones del suelo. 

¿Cómo actúa el sequestrene sobre las plantas?

Dado que el sequestrene es soluble, la penetración del compuesto hasta las raíces se producirá por acción del riego o por efecto de la lluvia. Ahora, tras su aplicación, los resultados se podrán apreciar en aproximadamente diez días. Siempre que los factores climáticos y las condiciones del suelo sean idóneos, entonces en menos de dos semanas tu cultivo se verá reverdecido.

Ahora bien, ¿cuáles son los factores que causan deficiencia de hierro en los suelos?

Como mencionamos anteriormente, el sequestrene se utiliza directamente sobre el suelo o como un fertilizante foliar para corregir la deficiencia de hierro en las plantas. Hablamos de un déficit férrico causado por diferentes factores. Entre ellos,el pH elevado del suelo, exceso de humedad, temperatura del terreno e incluso por la presencia de gusanos redondos, conocidos como nematodos.

En conjunto, estos factores son los causantes de provocar ese tono amarillento del follaje de las plantas. Así como del retraso su crecimiento y tamaño de los frutos. Así que, cuando el cultivo presente estas características, no dudes en aplicarles un quelato de hierro. Pues, es más que claro que presentan una deficiencia de hierro que les impide llevar a cabo el proceso de clorofila y  absorber correctamente el oxigeno.

Sergio Delgado Martorell

Periodista y consultor en marketing con 10 años de experiencia trabajando para empresas del sector agrícola y tecnológico. Aportando contenido y soluciones, tanto informativas como de posicionamiento, para empresas del sector. Apasionado del mundo tecnológico y su aplicación en la mejora de la gestión y la comunicación del sector agrícola

Leave a Reply