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En el sector agrícola se emplean diferentes tipos de riego. El agua es la fuente de vida y la que permite salir adelante a los cultivos, y esta puede llegarles de diferentes formas. Elegir un sistema u otro dependen de factores muy diferentes, desde el tipo de cultivo a las características del terreno, la disponibilidad de agua y, por supuesto, de la inversión que se pueda acometer.

¿Qué sistemas de riego existen?

Antes de determinar qué sistema de riego es más eficiente, hay que conocer, aunque sea de manera muy somera, cuántos tipos hay y en qué consiste cada uno. En agricultura se puede hablar de los siguientes:

Riego por aspersión: en este caso, el agua se distribuye mediante el uso de aspersores que lanzan el agua simulando lluvia. Es uno de los tipos de riego más comunes en agricultura, puesto que se adapta a todo tipo de terrenos, incluso muy amplios. Una variedad es la microaspersión, en la que el caudal de agua empleado es menor.

Riego por goteo: funciona mediante redes de tuberías que tienen pequeñas perforaciones por las que sale agua de manera constante pero en pequeñas cantidades que llegan directamente a las raíces de las plantas.

Riego por exudación: es similar al sistema por goteo, pero en este caso lo que se emplea es una tubería porosa. De esta forma, el agua sale por toda la superficie del tubo, no solo por ciertos puntos, como ocurre con el goteo.

Riego por nebulización: consiste en pulverizar agua que lo que hace es mantener la humedad ambiental y refrescar el ambiente. Es el sistema utilizado en invernaderos.

Riego por gravedad: este sistema de riego funciona a través de unos pequeños canales o tableros que recorren el cultivo y por los que se distribuye el agua. Es el llamado riego por superficie, más sencillo y económico que otros.

Riego por inundación: consiste en cubrir con agua y de manera superficial el terreno cultivado. Se usa sobre todo en cultivos como el arroz y otros cereales.

Riego hipodrónico: es un tipo de riego muy especial, puesto que en este caso el cultivo de las plantas se realiza sin utilizar suelo, las raíces pueden ir en sustrato o directamente en agua.

Eficiencia de los distintos tipos de riego

Conociendo algo más de los sistemas de riesgo, es sencillo observar cuáles son los más eficientes. Se trataría, fundamentalmente, de los sistemas que aportan el agua directamente a la raíz, es decir, el riego por goteo, por exudación e hipodrónico. Estos sistemas garantizan una eficiencia de alrededor del 95 %.

Esa eficiencia significa que el gasto de agua en los cultivos puede reducirse por encima incluso del 50 %. Son varios los motivos. El primero es que el agua llega directamente a las raíces y solo al suelo seleccionado. En segundo lugar, y sobre todo el sistema por exudación, se reducen drásticamente las pérdidas por evaporación. Y, en tercer lugar, cabría señalar que mantienen los niveles de humedad constantes.

En el lado contrario estarían los sistemas de riego más tradicionales y también los que menos inversión en infraestructura necesitan, es decir, el riego por gravedad y el riego por inundación, con una eficiencia que se sitúa alrededor del 50 %. La aspersión, la microaspersión y la nebulización se mantienen en niveles de entre el 85 % y el 90 % de eficiencia.

Invertir es sistemas de riego más eficientes implica un gasto a veces importante. Sin embargo, es una buena decisión. Por un lado, porque ahorrar agua significa también reducir costes. Y, por otro, por la necesidad de racionalizar el gasto de un bien tan escaso como es el líquido elemento.

¿Se pueden mejorar los niveles de eficiencia del riego?

Sobre todo en aquellos tipos de riego en los que los niveles de eficiencia sean menores, siempre se pueden implementar medidas que ayuden a una mejor gestión el agua necesaria para el mantenimiento adecuado de los cultivos. En ese sentido, la tecnología se ha convertido en una gran aliada.

Hoy en día existen sensores que ayudan a conocer el estado del suelo y las necesidades hídricas en cada momento. Conectados a aplicaciones móviles, permiten ajustar los sistemas de riego, racionalizando no solo el consumo de agua, sino mejorando también los propios cultivos, que reciben siempre el aporte de agua adecuado. Prismab pone a tu disposición los más avanzados dispositivos para optimizar al máximo tus cultivos.

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Sergio Delgado Martorell

Periodista y consultor en marketing con 10 años de experiencia trabajando para empresas del sector agrícola y tecnológico. Aportando contenido y soluciones, tanto informativas como de posicionamiento, para empresas del sector. Apasionado del mundo tecnológico y su aplicación en la mejora de la gestión y la comunicación del sector agrícola

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